Skip to main content

Ineludible Cambio Generacional del Japón Contemporáneo

Jorge Sebastián De la Maza Bustindui

Estatuida bajo la concepción tradicional del poder, tanto cuyas creencias comunes se derivan de la autoridad, como su base está en la interiorización de un orden constituido, la sociedad japonesa ha sido, desde sus orígenes, sumisa a un orden superior, es decir a la nación.[1] Ahora bien, ahogados por las jerarquías rígidas y en su búsqueda por contravenirlas, las generaciones jóvenes empiezan a alzar la voz.

En lo que atañe al trabajo, aun hoy día se sigue el mecanismo establecido en la postguerra del empleo de por vida, en donde las empresas garantizan que sus necesidades materiales se satisfagan hasta el día de su muerte y, a cambio, los empleados permanecen en su empresa y se dedican por completo a su éxito. Además, porque la población mayor es la que predomina en el país, la antigüedad y la edad se consideran más importantes que la habilidad. Sin embargo, según analistas, este sistema ha frenado la economía japonesa, pues tanto elimina los incentivos a correr riesgos, como crea una disparidad entre aquellas personas que sí lograron conseguir un empleo regular bajo estas condiciones y aquéllas que sólo consiguieron un trabajo no regular.[2] Hoy por hoy, aproximadamente 37% de la fuerza laboral del país (más de 20,6 millones de trabajadores) son empleados no regulares. En 2013, se intentó abordar tal disparidad mediante la creación de una ley en la que, después de cinco años, los trabajadores no regulares se convertirían en empleados regulares y que las diferencias en sus condiciones de empleo no deberían ser irrazonables. Mas la ley ha generado pocos resultados por su definición vaga de las diferencias irrazonables. Por ende, porque consideran que es poco lo que se puede hacer para alterar la estabilidad del sistema actual en un país con poco crecimiento económico, pero con un estilo de vida en gran medida satisfactorio, las generaciones jóvenes prefieren los empleos no regulares. A largo plazo, en la economía japonesa, por el creciente envejecimiento de la población, la baja natalidad, el declive demográfico y la clara escasez de mano de obra será cada vez más complejo asegurar el empleo, lo que reestructurará por completo el sistema laboral actual.[3]

En cuanto a la vida en sociedad, mientras que anteriormente se acostumbraba a no decir lo que pensabas o a simplemente no expresarte, ahora las generaciones jóvenes, por diferentes medios, son capaces de expresar sus opiniones hasta el punto de que lograron la expulsión del líder del comité olímpico Yoshiro Mori, o una mayor concientización de la desigualdad de género en el ámbito laboral que enfrentan las mujeres, sólo por ejemplificar algunos casos. Sin embargo, pese a que estos cambios generacionales son importantes, es fuerza destacar que el proceso para cambiar la idiosincrasia japonesa será lento, puesto que a las generaciones jóvenes aún les falta atravesar la hegemonía existente de los hombres mayores en los círculos de poder políticos e institucionales.

Mas, aunque esto suene desalentador, la realidad muestra que el cambio generacional sí sucede y mientras más avance la tecnología, mayores serán los medios en los que los jóvenes pueden, tanto manifestar sus descontentos, como cuestionar la antigua forma de pensar de la sociedad. La reestructuración de la ideología de la sociedad nace de la fuerza que tienen las generaciones jóvenes japonesas y aunque, por supuesto, el sentimiento de nacionalismo se sustenta con el emperador como símbolo del Estado e identidad del pueblo japonés, el cambio generacional idiosincrásico es ineludible cuando las generaciones jóvenes descubren el poder que tienen al alzar la voz.

[1] Francisco Zapata, Cuestiones de teoría sociológica, México, El Colegio de México, 2005, 261 pp.

[2] Motoko Rich, “An ‘Old Men’s Club’ Dominates Japan. The Young Just Put Them on Notice”, The New York Times, 26 de febrero de 2021. https://www.nytimes.com/2021/02/26/world/asia/japan-olympics-young-people.html?searchResultPosition=9

[3] Makiko Inoue y Been Dooley, “A Job for Life, or Not? A Class Divide Deepens in Japan”, The New York Times, 27 de noviembre de 2020. https://www.nytimes.com/2020/11/27/business/japan-workers.html